El munícipe, Emmanuel Díaz Loredo busca «ahorrarse» unos millones, en una obra que no tardará en destruirse, asegura El Tecmol, quien en su momento, lo proyectó a la alcaldía y hoy lo critica por un sin fin de corruptelas a ojos vistos.
Mariel Sánchez
En el ojo del escrutinio público se encuentra el alcalde de Villa de Zaragoza, Emmanuel Díaz Loredo; en esta ocasión, es quien fuera el líder moral del partido político Redes Sociales Progresistas (RSP, instituto que lo catapultó a la presidencia municipal de este lugar), José Luis Romero Calzada, el Tecmol, quien puso al descubierto la estupidez que ha caracterizado al munícipe en sus ya cuatro meses al frente de la administración local, referente a malas obras públicas.
En este sentido, Romero Calzada, en el recorrido que realiza en todos los municipios a fin de evidenciar la mala calidad de las obras que se llevan a cabo, y que lastiman al erario público, exhibió la tontería del edil, de construir pavimento sobre pavimento en al menos dos obras en distintos puntos del municipio.
Una de estas obras, es la de la explanada de la Presidencia Municipal, misma que fue presumida por Díaz Loredo a través de un video, el cual fue retomado por el Tecmol, para refrendar, las malas decisiones del alcalde.
Por un dicho video, subido a las redes sociales, Emmanuel Díaz refiere que la obra de reconstrucción de la plaza pública, podría ascender a varios millones de pesos, sin embargo, admite «haberse ahorrado», del erario público una cantidad alta, al haber construido la obra sin levantar el pavimento anterior.
Lo cual, fue duramente criticado por el ex candidato a la gubernatura, al señalar, que pavimento sobre pavimento, jamás podrá adherirse, por lo que la vida de la obra, se reducirá a sólo unos cuantos años.
Habrá que ver, las especificaciones del expediente técnico de la misma, en la que consta, si en el proyecto está contemplado el levantamiento del pavimento anterior, o bien, el ahorro solo fue en cuestión de los constructores, para ahorrarse únicamente esta etapa, pero el destino, pudiera ser más bien, el bolsillo del edil.
Cabe mencionar, que en su momento, que si se detectan irregularidades en las obras, esto traería responsabilidades no sólo para el presidente municipal, sino también, para el titular de Obras Públicas e incluso para el cuerpo de Regidores.


