• El Volcán que viste el Camino Real de Villa de Reyes a Santa María del Río, es el paisaje al que temían guachichiles y otomíes del Valle de San Francisco hace más de 430 años
Mariel Sánchez
Tal como la novela de Julio Verne, Viaje al Centro de la Tierra, publicada el 25 de noviembre de 1864, en cuya historia, un profesor de mineralogía, de nombre Otto Linderbrock, en compañía de su sobrino Axel y un guía, entran a un volcán y viajan al centro de la tierra; allí, descubren un maravilloso nuevo mundo plagado de fantásticos mares con mezcla de colores pasteles con otras chillantes tonalidades; bosques de extraños, hongos, animales prehispánicos, tormentas eléctricas que sacudían su ser, piedras preciosas, aves luminosas y con gravedades encontradas. Similar a estas condiciones, que salían de la imaginación del autor, la utopía se reproduce en el municipio de Villa de Reyes, ubicado en la zona Centro del estado potosino, con la presencia de lo que la gente local llama un volcán nonato, que es en realidad una oquedad de la que emana aire caliente a presión.
El Cronista Municipal Cristóbal Martínez Maya, cuenta que personas mayores de las comunidades de Socavón y Presa del Organito, relatan que sus abuelos les refirieron la presencia de un volcán enano, un volcán no nato, en el Cerro Colorado; el sitio mantiene una elevación de entre 500 y 600 metros sobre la llanura. Habrá que citar que la cabecera municipal se encuentra a 1825 metros sobre el nivel del mar y que sus picachos y montañas alcanzan el cuarto lugar en altitud del suelo potosino.
La entrada y desviación a la comunidad de Socavón, se ubica a 13 kilómetros del Entronque de la carretera 57 hacia Villa de Reyes, sobre la rúa estatal 37; para llegar a Cerro Colorado, se transita en vehículo aproximadamente cinco kilómetros, con dirección a hacia la comunidad de Presa del Organito, donde se levantan las faldas de la colina sobre el lado derecho.
Si se viaja de la cabecera de Villa de Reyes a Socavón, es una tramo de 8.3 kilómetros, sobre la carretera 37. La localidad de Socavón se ubica sobre las coordenadas GPS: Longitud (dec): -100.873056 / Latitud (dec): 21.851111
Según relatos de ancestros y de un personaje popular de Socavón, a quien se le conoce como «Brillo», durante su niñez, su abuelo le platicó sobre emanaciones de vapor en lo alto del «Cerro Colorado».
«Su abuelo le platicó que le ocasionaba temor ese punto esa fuga de presión del fondo de la tierra y se organizó con algunas otras gentes, para arrimar material como piedras, tierra, etcétera, para tapar la boca de lo que aseguraban era un volcán; con ello, pensaban evitar que en algún momento pudiera nacer esta caldera, al pregonar temor de que la lava se desvordara y comiera todo a su paso», comentó el Cronista Municipal.
Don Cristobal Martínez, indicó que las condiciones para el nacimiento de algún volcán, fueron corroboradas por especialistas compuesto por arqueólogos y antropólogos en 2009, cuando a raíz de la construcción del proyecto para la línea de conducción de combustible de la empresa Gasoducto Los Ramones y posteriormente de otra línea hacia Tula, Hidalgo, además de la Central Termoeléctrica, al hacer un reconocimiento pie a tierra para el mismo, caminaron por la Sierra de San Miguelito y la Sierra de Gogorrón hasta llegar al «Cerro Gordo» donde observaron un géiser o bien, la orquedad.
«De allí salía aire a presión, aire caliente a presión; lo consultaron con un geólogo y otros arqueólogos y llegaron a la conclusión de que era un punto de escape de lo que pudo haber sido un volcán», mencionó Martínez.
El historiador, aclaró que, de acuerdo a lo señalado por los expertos, no se trataría de un volcán enano, ni de un volcán apagado, sino sencillamente de un punto de fuga, que presuntamente dataría de la era Mesozoica.
Por su parte, en la opinión de José Rafael Barbosa Gudiño, Profesor Investigador en la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, esta zona específica del municipio, con una antigüedad de alrededor de 55 millones de años, que abarca todo el Valle de San Francisco, cuenta con las condiciones puntuales en el tema volcánico, aunque afirmaría que no promete un volcán, pero afirmó que hay evidencia física, al haber un punto de fuga de una presión importante en el subsuelo de la zona, a lo que se sumaría la altura del sitio especificado.
En tanto, el Cronista Municipal detalla la presencia de rocas específicas «encontramos geodas y tobas calcáreas, que estas son científicamente confirmadas como expulsiones volcánicas; las primeras, son una piedra similares en su aspecto a las canicas; si la partes tiene cristales de cuarzo en su interior, aunque es prácticamente es hueca y las hay de muchos tamaños en la zona. Hay chicas, de tres pulgadas que caben en la palma de la mano, o más pequeñas; las segundas, las tobas, son rocas utilizadas para elaborar los llamados molcajetes, parte fundamental para la elaboración de la gastronomía mexicana».
En una expedición realizada al sitio el pasado 14 de abril del presente, acudimos acompañados de habitantes del lugar, como el Profesor Alfredo Segura, originario de Presa del Organito, con lo que se dio cuenta personal de las condiciones geográficas, flora, y fauna; subiendo a la punta del Cerro Colorado, a través de senderos de tierra suelta y de roca porosa (tobas), cactus, mezquites, matorrales espinosos, que pudimos resentir atravesando nuestros zapatos para el senderismo.
Observamos la presencia del vuelo del Águila Real, habitante en este territorio, afortunadamente el trayecto se realizó a primera hora del día, para no padecer las inclemencias de las altas temperaturas, lo que ayudó, no toparse en el camino con reptiles como víboras de cascabel, pues ese hábitat, es el idóneo para su morada.
La subida, fue poco antes de que amaneciera en plenitud, tardando cerca de una hora en llegar a la cima. Arriba, es muy claro el panorama lejano y cercano. Contemplamos, a cuenta del consumo de botellas de agua y barras energéticas, el Valle de San Francisco, en el que destaca la presencia de la Central Termoeléctrica, así como el rodete con piedras construido hace más de 60 años por habitantes del luga, para que el volcán, según sus creencias, no creciera y que esa mañana estaba bajo nuestros pies.
Las tunas y sus flores, garambullos, predominan en la belleza del Cerro Colorado; así como también, se curiosea a lo lejos, el Camino Real a Santa María del Río que se dirige de este punto a la comunidad de Enramadas; otro más, es el camino a Los Espíritus, ubicado sobre la carretera 57. En lo que se refiere este Camino Real, data de hace más de 430 años, cuando los otomíes de Santa María del Río, hacían negocios con los guachichiles del Valle de San Francisco.
En su peregrinar en aquellos tiempos, contemplaban temerosamente lo que aseguraban podría ser algún día, en algunos millones de años un volcán activo.
Desafortunadamente, no hay estudios científicos más profundizados sobre esta salida a presión de vapor del centro de la tierra, pero mientras eso pasa, en las prácticas de senderismo, actividad que ha comenzado a crecer en Villa de Reyes, puede uno soñar y fantasear con ese libro de Julio Verne y su novela «Viaje al Centro de la Tierra», en cuyo paisaje villareyense de entre lo seco de la flora, también destaca lo blanquecino de una pequeña área de piedras volcánicas, las geodas.