Ismael Hernández Martínez, presidente electo de Villa de Reyes, está próximo a tomar posesión en un municipio marcado por la gestión de la fallecida Erika Briones Pérez. Aunque su trabajo junto a Briones le permite tener una base sólida, las expectativas sobre su mandato apuntan a la necesidad de superar esa influencia y proponer soluciones que trasciendan la continuidad administrativa. El nuevo gobierno debe demostrar que puede innovar y responder a las demandas actuales de la ciudadanía, especialmente en temas sensibles como seguridad y servicios básicos.
Erika Briones, quien falleció en un accidente automovilístico en 2022, fue una figura clave para Villa de Reyes. Su gobierno impulsó proyectos de infraestructura, como carreteras y la ampliación de servicios públicos. Sin embargo, tras su muerte, parte del electorado siente que las políticas de la nueva administración no deben depender completamente del trabajo de Briones. Para algunos críticos, Hernández ha ofrecido un discurso basado en la “continuidad”, pero lo que Villa de Reyes necesita es innovación y liderazgo firme que no se esconde tras la sombra de la exalcaldesa.
Hernández ha señalado que su prioridad será continuar con los proyectos ya en marcha, como la conectividad y el acceso al agua, pero también deberá enfrentar el rezago de 40 años que, según él, ha afectado al municipio. Sin embargo, su principal desafío será articular un nuevo enfoque en seguridad, equipamiento y educación que vaya más allá de las políticas ya establecidas. La pregunta central que enfrenta su gobierno es si será capaz de trazar su propio camino o si simplemente seguirá ejecutando las ideas de su predecesora.
El pueblo de Villa de Reyes está expectante ante esta transición. Mientras unos esperan la consolidación de los logros de Briones, otros piden un enfoque que trascienda la mera continuidad y que apueste por una transformación profunda en un municipio que ha comenzado a florecer, pero que requiere de un impulso renovado para avanzar.