Una red de fraudulentos y estafadores corredores de bienes raíces opera en la capital potosina, la cabecilla del grupo de nombre Miguel L., es quien opera los supuestos trámites inmobiliarios y realiza el soborno de funcionarios municipales y de la lid de abogados para llevar acabo los hechos ilícitos.
El enganchador de clientes en un supuesto profesor de nombre Rubén A., quien mantiene su centro de operaciones en una casona del centro histórico, mismo que por las mañanas funge como una preparatoria de sistema abierto con el nombre de “Colegio Educativo de Ciencias y Cultura de Servicios Profesionales” ubicado en la calle López Rayón 760.
Desde ese lugar citan a los clientes y firman promesas de ventas, compras, escrituraciones y demás trámites con prospectos a clientes quienes con la confianza y porque trabajan en un lugar establecido y fijo, les confían de buena fe sus asuntos legales y dinero para avanzar en lo que sería una compra-venta o trámite en cuestión.
Un cómplice más, de nombre Sergio R., recibe órdenes e instrucciones de Miguel L., al parecer el primero sabe cómo se mueve el bajo mundo del ayuntamiento capitalino por lo que es, quien soborna a los funcionarios públicos y abogados, además de que él mismo se ostenta como profesional de la abogacía.
Cabe hacer mención que el cabecilla, Miguel L., lleva una relación de dudosa calidad laboral con un abogado de poca monta, quien cuenta con un despacho fijo en la calle de 5 de mayo y Comonfort, desde donde falsifican escrituras y las llevan a firma y visto bueno a notarías sobornables en el estado potosino.
A la opinión pública, si conoce a este sujeto denúncielo públicamente o algunos de sus cómplices, ya que su patrimonio corre un peligroso riesgo de ser confiado a personas sin escrúpulos y de poca calidad moral que viven del fraude y la impunidad.